Hace unos días invitamos a The Nature Conservancy para asesorar a nuestros guionistas y sensibilizar al equipo de producción y el elenco de unos de nuestros proyectos dramáticos actuales, “Corazón esmeralda”, cuyo contexto ecológico nos brinda una excelente plataforma para concientizar a la audiencia sobre el impacto que tienen nuestras acciones y hábitos cotidianos en la conservación del ambiente.

El potencial educador que tiene la televisión, y en particular esta manera creativa de facilitar un aprendizaje a través del entretenimiento, se ha venido desarrollando y optimizando en las últimas décadas.

En los años 90, las novelas brasileñas, reconocidas a nivel mundial por su alta calidad de producción, dieron inicio a lo que hoy en día ha sido demostrado como una estrategia efectiva para generar cambios sociales a través de personajes y tramas de este género de programación.

Estudios realizados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2009, señalan que las novelas de la cadena Globo de Brasil ayudaron a moldear la visión femenina sobre el matrimonio y la familia. Estas investigaciones también revelan que las representaciones realistas de la vida y aspiraciones de la clase media son elementos clave de las novelas que permiten sensibilizar a la audiencia o crear modelos a seguir de manera integral con el entretenimiento que provee la televisión.

De la misma manera que el “product placement”, conocido en la industria y en el cual se logra una integración natural de productos comerciales en la producción, la concientización social o “social merchandising” se logra a través de diversas estrategias, desde la incorporación de elementos en la escenografía hasta el perfil o las conductas de los personajes y sus actitudes hacia ciertos temas, sin alterar la trama principal de la novela.

Venevision no se ha quedado atrás en este esfuerzo. Desde finales de los años ’90, hemos venido aprovechando oportunidades de sensibilizar a la audiencia a través de nuestras novelas. Una amplia gama de temas de interés social han sido integrados, por ejemplo la violencia hacia la mujer en producciones como “El país de las mujeres” (1997) y “Vieja yo” (2008); la superación a través del esfuerzo y el trabajo en “Voltea pa’que te enamores” (2006); y la prevención de enfermedades como SIDA/VIH, Alzheimer y cáncer de mama en “Amantes de luna llena” (2000), “Ciudad bendita”(2006) y “La mujer perfecta” (2010).

El género de producciones dramáticas en Latinoamérica cuenta con una gran aceptación y altos números de sintonía, formando parte de la rutina cotidiana de la mayoría de los hogares de nuestra región. Para los medios de comunicación, quienes frecuentemente son cuestionados por la influencia negativa que pueden tener el comportamiento con contenidos violentos, esto representa una enorme responsabilidad y a la vez una importante oportunidad para contribuir con el logro de una mejor sociedad.