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La Filantropía: producto de la democracia y el capitalismo

Acabo de regresar de Washington, D.C., donde asistí al Foro Global de Filantropía 2012. Esta conferencia me pareció particularmente interesante debido a que hacía referencia a tres áreas dentro de las cuales estoy bastante involucrada: el trabajo que realizamos a través de la Fundación Cisneros, la responsabilidad social corporativa en nuestras empresas y mi propia filantropía. Este tipo de eventos son el lugar ideal para compartir mejores prácticas, conocer posibles socios y también para obtener una percepción de cómo va evolucionando el campo de la filantropía.

Global Competitiveness Leadership

El tema más popular fue la inversión de impacto. La inversión de impacto puede resumirse como la inversión de capital en proyectos que tienen un efecto positivo sobre la base de la pirámide. Un inversionista de impacto busca generar un efecto social positivo o mejorar la salud del ambiente, así como también recibir retorno financiero. Tal como dijo Amy Bell del departamento de finanzas de JP Morgan: ¨La inversión de impacto es donde se unen los intereses comunes de los inversionistas y los filántropos¨.

Uno de los líderes dentro de esta área es Jaqueline Novogratz, quien creó y actualmente maneja el Acumen Fund, el cual cuenta con más de 10 años de trayectoria. Mediante un motivador discurso explicó cómo, con ayuda inicial de la Fundación Rockefeller, le fue posible crear un fondo que ha tenido un impacto positivo sobre miles de personas en India, Pakistán y Este y Oeste de África, a través de iniciativas empresariales.

Destacó una inversión en India llamada Husk Power Systems, la cual utiliza la cáscara de arroz para generar energía en una zona que no tiene acceso a la red nacional de distribución de energía y que está entre las regiones más pobres del mundo. La compañía fue fundada por un par de empresarios que buscaban alguna manera de llevar energía a esta zona rural, para que así los habitantes de la misma tuvieran acceso a una mejor calidad de vida. Los dos empresarios encontraron una manera de convertir las cáscaras de arroz, que era el único cultivo de la zona, en energía, de una manera sencilla, pura y asequible. Luego establecieron cooperativas para operar las plantas eléctricas de cada pueblo, y han logrado mantener bajos costos para la producción de energía, y como resultado mantienen tarifas muy bajas para el consumo de la misma.

El acceso a la energía eléctrica ha resultado de gran impacto económico en la región debido a que le permite a los habitantes ser más productivos, así como también la permite a los niños tener más tiempo para trabajar en sus deberes escolares en horas de la noche. En los próximos 5 años esperan tener 2.000 plantas, influenciando a cinco millones de personas.

También en América Latina, la inversión de impacto se ha abierto camino. Hace algunos años, dos empresarios brasileros Daniel Izzo y Antonio Moraes Neto crearon Vox Capital, el cual, al igual que Acumen, es un fondo que se enfoca en proyectos de negocios con responsabilidad social dirigidos a la base de la pirámide. Vox Capital es la primera OM Oportunidades para la Mayoría (OMJ – por sus siglas en inglés) en Brasil. Estos buscan proyectos en etapa inicial, que ofrezcan productos o servicios a clientes de bajos ingresos en Brasil y que tengan un impacto social profundo.

Tres de las inversiones más importantes que han hecho están en los sectores de empleo, vivienda y salud. En una entrevista para la revista Forbes, Izzo explica que han invertido en Balcão de Empregos, una empresa de colocación de empleos que se enfoca en oportunidades de trabajos técnicos y operacionales, brindando a miles de personas de bajos ingresos en Brasil acceso a información sobre oportunidades de empleos y por lo tanto, a empleos de mejor calidad. Otra inversión es un proyecto de viviendas que estima producir 1.300 casas para familias de bajos ingresos, en los próximos 2.5 años. También tienen inversiones en una empresa llamada Sautil que ayuda a la gente a tener acceso a productos y servicios de salud pública local. Esta última ha ayudado a más de 150.000 personas a obtener los cuidados necesarios.

Para mí, Vox Capital es particularmente interesante debido a que demuestra cómo la nueva generación de líderes empresariales está pensando en filantropía. Los días de caridad y filantropía pasiva son parte del pasado. El filántropo de hoy en día quiere estar comprometido, involucrado y quiere lograr un alto impacto mediante la inversión social.